lunes, 7 de abril de 2014

Enseñanza de la lengua oral

LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA ORAL
                                                       
1. Introducción
1.1. Importancia de la oralidad en el aprendizaje de una lengua

Es una obviedad que todos los estudiantes de hablan el castellano como lengua nativa (salvo los inmigrantes recién llegados) y dominan la lengua oral coloquial. Pero no sucede así con el dominio de la oralidad en las exposiciones y argumentaciones académicas, por no hablar del conocimiento de las reglas del lenguaje oral en ciertos ámbitos profesionales y sociales.
Si bien es cierto que la oratoria académica y parlamentaria, en la que destacaron figuras señeras como Emilio Castelar o Manuel Azaña, decayó en España tras la guerra civil y que con posterioridad los medios de comunicación han propiciado que sea la cultura de la imagen, la telegenia y otros elementos no estrictamente verbales los que resalten más sobre el peso de la palabra, no podemos desdeñar la importancia de la comunicación oral en la formación de un ciudadano culto y lingüísticamente competente. Esta práctica, pues, representa una necesidad comunicativa y social muy evidente, a la que, sin embargo, el sistema educativo español y la propia tradición hispánica del miedo escénico y un particular sentido del ridículo, han relegado de la práctica escolar como uno de los ejes de la enseñanza de la lengua. Hecho que contrasta con lo que sucede con otros sistemas (en particular, el anglosajón), para los que el aprendizaje del discurso oral es una actividad relevante en las aulas.

1.2. Ausencia de la lengua oral en el sistema educativo español

La tradición académica española ha concedido escasa importancia a la lengua oral, excepción hecha de la lectura de textos en voz alta (declamaciones poéticas o lectura de obras académicas) y del teatro escolar.
Y de una manera asistemática y ocasional la introducción del debate sobre algún tema de actualidad.

         La lingüística, desde Saussure considera -en teoría al menos- la prioridad de la lengua oral sobre la escrita. Pese a ello, la cuestión de qué lengua es prioritaria, si la lengua oral o la lengua escrita, en la práctica académica se ha resuelto a favor de esta última, salvo en la enseñanza de las lenguas modernas, de los idiomas extranjeros.

Quizá hoy en la enseñanza siga siendo prioritaria de hecho la lengua escrita, lo que no debe hacernos abandonar la lengua oral, como sucede en la práctica.

         Pese a ello, en el currículo oficial la lengua oral se ha incorporado plenamente como un componente central de la enseñanza. Así, se formulan “objetivos”, “contenidos” y “criterios de evaluación” relacionados con la oralidad como uno de los ejes de la enseñanza de la lengua.

         Ahora bien, si vamos a los libros de texto de  observamos que la lengua oral sigue siendo una actividad secundaria, por lo que a la hora de hacer que la programación oficial sea real es preciso que el profesor dedique esfuerzos, tiempo y materiales complementarios para desarrollar la competencia lingüística oral de sus alumnos.

1.3. La lengua oral en el currículo oficial

2. La oralidad en la clase de lengua para hablantes nativos

         La lengua oral tiene múltiples manifestaciones, niveles, registros y ámbitos de uso. Así como en el estudio de una lengua extranjera uno de los aspectos centrales de la oralidad es el lenguaje coloquial y la fluidez en una expresión natural, en la enseñanza de una lengua nativa hay que pensar que lo relevante es aprender los aspectos y géneros de la lengua oral cuidada y formal y no los niveles lingüísticos orales que el alumno ya conoce.
         La pregunta es: ¿qué lengua oral hay que enseñar en la escuela?

2.1. Géneros de la lengua oral

Hemos de plantearnos cuáles de estos géneros interesan a la enseñanza de la lengua en la escuela:

- La oratoria académica
- El diálogo: debate civilizado
- La exposición académica
- El discurso oral en los ámbitos profesionales

2.2. Actividades de comunicación oral

a) Comprensión oral

         La comprensión oral –dentro de los ámbitos académicos y formales- ha de propiciar el:
- saber escuchar
- saber analizar críticamente el discurso oral.
- saber sintetizar y resumir el discurso oral formal y académico.

         Actividades propuestas:
1. El resumen de una conferencia o exposición académica es una actividad que todo alumno debería practicar:
- Sintetizar las ideas y datos fundamentales de la exposición oral de forma simultánea a su realización (no es taquigrafía: es capacidad de síntesis)
- “Traducir” las notas de la síntesis oral para hacer bien un esquema, bien un texto.

La dificultad de este ejercicio es que esta información no se puede recuperar en una conferencia en vivo y en directo. Sí se puede hacer con un fragmento grabado, que luego se puede volver a oír o del que se tenga la transcripción.

         2. Otra posibilidad es el análisis de la comunicación oral de los medios (televisión, radio, Internet) a través de varios parámetros:

         1.- Síntesis del contenido (no es lo más importante)
         2.- Análisis de los recursos expresivos.
         3.- Análisis de la intención comunicativa.
         4.- Análisis del contexto.

         3. Una tercera opción es analizar un discurso oral elaborado (el sermón de un sacerdote, un mitin político, una arenga, un discurso parlamentario hablado y no leído, etc.)

         El análisis sería el procedimiento inverso a la expresión oral: ver qué intención comunicativa tiene el orador, cómo varía su entonación, cómo se comunica con el público, qué recursos retóricos emplea, cómo estructura su alocución, qué tono, estilo, etc.

b) Expresión oral

Ejercicios de expresión oral:

         Para la clase proponemos los siguientes ejercicios:

1.    Lectura en voz alta (Esta es una actividad que sí tiene tradición en la escuela española)
La lectura en voz alta de un poema, un cuento u otro texto tendrá como objeto desarrollar las entonaciones expresivas y significativas y acompasar armónicamente todos los ritmos del texto: sintáctico, dramático y versal (si lo hubiere[1]).
Esta actividad supone una dificultad de concentración porque los tonemas expresivos (muy superiores en la codificación del español a los tres signos enunciativos escritos: enunciativo, exclamativo e interrogativo) que cualquier hablante expone de forma natural, son muy arduos de trasladar de la lectura en silencio a la declamación[2].
2.    Exposiciones a partir de un guión. (En este caso el alumno debe tener un guión que organice y estructure el discurso, pero no una “chuleta” con la que lea el texto).
Se trata de que el alumno conozca la estructura, los marcadores textuales y los rasgos fónicos y léxicos propios de una exposición académica.
3.    Argumentación.
         Se trata de que el alumno defienda una tesis y la apoye con distintos argumentos. Y además emplee los recursos fónicos, quinésicos y proxémicos y utilice estrategias de comunicación para convencer al auditorio.
4.    Diálogos y debates.
 Con esta actividad se trata de fomentar el saber escuchar, el saber argumentar, el saber respetar y emplear el recurso básico del discurso dialógico, que es retomar la secuencia argumentativa del interlocutor para corroborarla o rebatirla.
  El diálogo no debe ser nunca una sucesión de monólogos, ni un intercambio de descalificaciones personales, ni debe estar presidido por la interrupción ni tampoco tiene que ser un grupo de personas hablando o gritando a la vez. El diálogo civilizado y ordenado es esencial en la educación de una sociedad democrática, en la que el respeto al turno de palabra, la renuncia al argumento ad hominem y el tratar de convencer a otras personas a las que se escucha deberían ser hábitos de conducta cotidianos en la convivencia.

3. La lengua oral: características

         Cualquier muestra de discurso oral se caracteriza por una serie de rasgos que debemos tener en consideración:

Aspectos lingüísticos y extralingüísticos:

                   Fonéticos: entonación expresiva y dicción
                   Sintácticos: construcciones plenas
                   Léxicos: Selección léxica
                   Estilísticos: Tonos, registros
                   Pragmáticos: Intención, destinatarios
                   Textuales: estructuras, marcadores


Niveles y registros en la lengua oral.
         La lengua oral coloquial se caracteriza por una sintaxis entrecortada, incompleta y con continuas referencias al contexto.
En la escuela no tiene sentido enseñar las jergas[3] juveniles (aunque sí comentarlas) ni la lengua coloquial. Justamente enseñar a hablar en el ámbito académico es enseñar a pasar de la sintaxis coloquial a la sintaxis elaborada, culta y compleja de la oratoria académica. La fonética es relajada y el léxico es el propio

La lengua culta oral tiene una fonética tensa, cuidada y reflexiva y una sintaxis rica, compleja y sobre todo, unas estructuras oracionales completas. El léxico es más rico, variado y culto, aunque es un elemento secundario en el discurso oral.

La lengua culta oral no es la transcripción de la lengua escrita, aunque comparta con ella muchas de sus convenciones y niveles. Porque la lengua oral culta se apoya esencialmente en el equilibrio de la fonética hablada y las oraciones bien construidas.

4. ¿En qué consiste hablar bien?

         La respuesta no es fácil de dar unívocamente. Podemos entender que saber expresarse oralmente es una cualidad o una técnica. En parte son las dos cosas. Por eso, es necesario aprender las técnicas de la oratoria, aunque en todo caso habrá que responder a una serie de variables y de componentes.

-         Un aspecto de la oratoria es la correcta dicción, la ortología.
-         Otro aspecto es la adecuada entonación expresiva y significativa. Dar con el tono adecuado, variarlo en función de las circunstancias comunicativas. Por tanto, un orador debe conocer todos los significados entonativos codificados.
-         También la organización del discurso. Un buen orador tiene que estructurar su parlamento, conociendo los mecanismos de cohesión propios de los distintos géneros (narrativos, expositivos, argumentativos, etc.)
-         Es esencial adecuarse al auditorio: un buen discurso es aquel que cumple una función comunicativa: por tanto, un buen orador ha de adaptarse a su público y lograr que se cumpla el efecto de su intención comunicativa.
-         Ha de combinar los elementos lingüísticos, paralingüísticos, proxémicos y quinésicos.
-         Cualquier aspecto de dominio de la lengua es importante en la oratoria (léxico, corrección formal), pero lo esencial es una buena sintaxis.

LA SINTAXIS ES EL ESQUELETO DE LA ORATORIA. LA CONTINUIDAD DEL DISCURSO CONSISTE EN DOMINAR LA ARTICULACIÓN SINTÁCTICA DESDE UN PUNTO DE VISTA PRÁCTICO.
EN LA LENGUA HABLADA NO COLOQUIAL LAS ORACIONES DEBEN SER COMPLETAS Y HAY QUE TRASLADAR LA SINTAXIS CULTA Y CUIDADA AL ÁMBITO ORAL.

Discurso creativo y discurso repetido en la expresión oral.

         El discurso oral creativo se caracteriza por un uso cuidado y planificado y mantiene una cohesión gracias a la sintaxis de la oración, el párrafo y el texto. El orador tiene que planificar y construir su discurso.

         Pero no siempre es así en la lengua oral. Además de las interrupciones y las muletillas (bueno, ehhhh, ¿no? ¿no? ¿no?, que son manifestaciones de falta de fluidez y ausencia de continuidad del discurso (fruto de una sintaxis incompleta y no dominada por el hablante), hay otros hechos dignos de mención, como la existencia de un discurso repetido[4].

Así, tenemos una serie de expresiones propias del discurso repetido de la jerga de políticos, sindicalistas y tecnócratas en las que vemos que se pueden formar oraciones de gran vaciedad semántica por su excesiva vaguedad referencial y por su empleo tópico.

Veamos que combinando cualquier elemento de la primera columna con cualquiera de la segunda y cualquiera de la tercera y cualquiera de la cuarta podemos formar un amplio número de combinaciones para construir frases vacías pero convencionales. Este mecanismo sería imposible para un discurso creativo, no fosilizado ni anquilosado como la jerga burocrático-política.

I
II
III
IV
Queridos colegas
la realización de los deberes del programa
nos obliga al análisis
de las condiciones financieras y administrativas existentes
Por otro lado
la complejidad de los estudios de los dirigentes
cumple un rol esencial en la formación
de las directrices de desarrollo en el futuro
Así mismo
el número constante en cantidad y en calidad de nuestra actividad
exige la precisión y la determinación
del sistema de participación general
Pese a todo no hemos de olvidar que
la estructura general de nuestra organización
ayuda a la preparación y realización
de las actitudes de los miembros de las organizaciones de cara a sus deberes
Del mismo modo
el nuevo modelo de actividad de la organización
garantiza la participación de un grupo importante en la formación
de las nuevas propuestas
La práctica de la vida cotidiana demuestra que
El desarrollo continuo de las diferentes formas de actividad
cumple deberes importantes en la determinación
de las direcciones educativas en el sentido del progreso.
No es indispensable argumentar el peso y el significado de estos problemas ya que
la garantía constante de nuestra actividad de in formación y de propaganda
facilita la creación
del sistema de la formación de cuadros que respondan a las necesidades.
Las experiencias ricas y diversas
el esfuerzo y desarrollo de las estructuras
obstaculiza la apreciación de la importancia
de las condiciones de las actividades apropiadas
El afán de organización, pero sobre todo
la consulta con los numerosos militantes
ofrece un ensayo interesante de verificación
del modelo de desarrollo
Los principio superiores, ideológicos, así como
el inicio de la acción general de formación de las actitudes
implica el proceso de restauración y modernización
de las formas de acción

Motos, T. y Tejedo, F. (1987) Prácticas de dramatización Ed. Humanitas, Barcelona

Un mecanismo parecido es el llamado Generador instantáneo de términos clave:



I

II

III
0.       

Opción

empresarial

integrada
1.       

Flexibilidad

reformadora

Total
2.       

Idoneidad

orientadora

sistematizada
3.       

Movilidad

recíproca

paralela
4.       

programación

digital

funcional
5.       

Reactivación

lógica

coordinada
6.       

Fase

transitoria

compatible
7.       

Proyección

coyuntural

equilibrada
8.       

Estructura

generacional

óptica
9.       

Contingencia

política

sincronizada
10.   

Función

dinámica

convergente



La evaluación de la competencia lingüística oral

a)    Comprensión oral

Genéricamente, la evaluación de la comprensión oral tendrá como objeto comprobar si el alumno ha sido capaz de:

-         Identificar el tema del texto oral.
-         Distinguir las ideas principales y secundarias, si las hubiera.
-         Sintetizar la información del texto, si la hubiera.
-         Reconocer la intención comunicativa del autor.
-         Reconocer la estructura y organización del texto oral.
-         Reconocer los recursos retóricos y estilísticos de los que se ha valido el autor.

        Más específicamente, la evaluación de las actividades propuestas tendría en cuenta:


1.    Entender una exposición oral.
a.     Resumen o esquema de la exposición oral.
2.    Analizar el lenguaje de los medios.
a.     Reconocer el estilo de la información y distinguirlo del de la opinión, así como analizar la manipulación del lenguaje.
3.    Analizar un discurso oral elaborado.
a.     Reconocer y analizar los recursos propios de la oratoria en función de la situación comunicativa.

b)    Expresión oral.
-         Dicción correcta, ortología.
-         Entonación expresiva.
-         Adecuación al auditorio.
-         Correspondencia entre la intención comunicativa y el efecto perlocutivo.
-         Corrección lingüística.
-         Fluidez.



ANEXO

Gramática de la lengua oral. La planificación del discurso oral
PRÁCTICAS DE CLASE

Esquemas de exposiciones orales
Esquemas de argumentaciones orales

CARACTERÍSTICAS DE UN DISCURSO ORAL CUIDADO, PLANIFICADO

Aspectos lingüísticos y extralingüísticos:

                   Fonéticos: entonación expresiva y dicción correcta.
                   Sintácticos: construcciones plenas
                   Léxicos: Selección léxica
                   Estilísticos: Tonos, registros
                   Pragmáticos: Conciencia de la intención, destinatarios
                   Textuales: Empleo de estructuras organizadas, uso de marcadores discursivos.
                   De nivel y norma lingüística: español correcto.

ACTIVIDAD

A partir de un tema de exposición y argumentación, vamos a ir respondiendo a las variables del discurso oral.

Cómo se construye el discurso oral:

Elementos de la retórica clásica:

1. Inventio: (qué voy a decir)

2. Dispositio: (cómo voy a articular mi discurso)

3. Elocutio: (cómo lo voy a decir)

Hemos de tener en cuenta otros elementos importantes:

-Hay que valorar cuál es nuestra intención comunicativa
         1. Qué queremos decir   [Rem tene, verba sequentur]
         2. Qué efecto comunicativo queremos producir [persuadir, informar]. Pragmáticos. Cuál es mi intención comunicativa. Quiénes son mis destinatarios.
         3. Qué estrategia comunicativa elegimos y qué estructura escogemos a tal fin [ejemplo, deductivo o inductivo]
         4. Cómo lo queremos decir; qué tono elegimos; la opción de estilo nos define en la pragmática comunicativa como quién somos y qué relación queremos con el interlocutor.  Estilísticos. Qué rasgos de estilo voy a elegir.  Tono (dramático, irónico, severo, etc.)
         5. A qué género discursivo pertenece nuestra intervención. (Un discurso solemne, social, tópico, una exposición académica)
6. Qué estructura textual vamos a utilizar. plan textual, marcadores discursivos y estructuras textuales.
7. Qué sintaxis vamos a utilizar. Sintaxis oral del discurso académico: sintaxis completa, rica y precisa. Qué nivel sintáctico.
8. Cómo voy a cuidar la entonación expresiva, cómo la voy a variar. Coherente con la intención. Qué significados expresivos quiero transmitir. Énfasis, pausa.
9. Qué léxico voy a utilizar: palabras-clave. Elección de estilo





1. Qué queremos decir  

2. Cuál es mi intención comunicativa. Qué efecto comunicativo queremos producir.

3. Qué estrategia comunicativa elegimos

4. Qué rasgos de estilo voy a elegir.  Tono

5. A qué género discursivo pertenece nuestra intervención

6. Qué estructura textual vamos a utilizar

7. Qué sintaxis vamos a utilizar

8. Cómo voy a cuidar la entonación expresiva

9. Qué léxico voy a utilizar









[1] En el CREA de la RAE se registran 93 casos de “hubiere” en citas datadas en el lapso 2000-2009.
[2] Pensemos que una simple expresión, como “Me siento muy solo” puede entonarse con significación de ironía, miedo, tristeza, desesperación, reproche, ansiedad, resignación, etc. Cada una de estas entonaciones tiene sus tonemas propios, que el hablante reconoce.
[3] La jerga de los tecnócratas no es sólo léxico, sino esencialmente fraseología (circunloquios ininteligibles). Tiene diversas finalidades: narcisismo, cripticismo, exclusión de los no iniciados y dificultades de comprensión, para evitar su refutación.
[4] Este concepto es introducido por Coseriu  (1977): Principios de semántica estructural, Madrid, Gredos, para las unidades léxicas, pero también se puede verificar en unidades fraseológicas (lexemáticas y sintagmáticas) que funcionan como clichés y sintagmas estereotipados.

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